Descripción
ENTRE lo literal de lo que ve
y escucha, y otro lugar no evidente
abre su ojo la inquietud. Al lado,
mano pálida de quien convive
con la muerte, cráneo hirsuto. Atendemos
a la oquedad, máscaras que una boca
elabora; distanciada y carnal,
mueve el discurso, lo expande
y desordena, lo concentra, lo apacienta
o dispersa como el lobo a sus corderos.
El sonido de un gong. Es literal
la muerte y las palabras, las bromas
luego de hombres solos, broma y risa
literal. Todo sentido visible, todo
lo visible produce y niega su sentido.
Si respiras en la madrugada, si ves
cómo vuelven imágenes, contémplalas
venir, apaciéntalas, deja que estalle
la inquietud como corderos.
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