Descripción
ENTIERRA EN EL JARDÍN UN PAJARILLO
Ser como el pájaro, o no ser
más ser que el pájaro y tenerlo
ya quieto entre los dedos, que no sabe
de rama en rama, ni de abismo
de ondulado viaje.
Al fin y al cabo
inmóvil maravilla, con conciencia
interrumpida de reconocerse.
Día
fervoroso de brisas habitadas
de pronto ensombrecido y triste, tanto
como si fuera el otro, inmenso,
el gran mono sin dioses
pesadamente inerte en su jardín.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.