Descripción
(Una noche de primavera. La habitación grande de una vieja casa. Una mujer de edad, vestida de negro, le habla a un hombre joven. No han encendido la luz. Por ambas ventanas entra una despiadada luz de luna. Olvidé decir que la Mujer de Negro ha publicado dos o tres interesantes colecciones de poesía sacra. Y bien, la Mujer de Negro le habla al Joven):
Deja que vaya yo contigo. ¡Qué luna la de esta noche!
Es benévola la luna—no se notará
que mis cabellos han encanecido. La luna
los hará rubios de nuevo. No te enterarás.
Deja que vaya yo contigo.
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