Descripción
Una senda serpea
entre las piedras,
el sol motea la ladera:
encinas que entrelazan
raíces, ramas negras.
Su pie tropieza:
no ha visto el ojo
la piedra en el camino.
La vida sigue intacta,
¿puede el hombre abarcarla?
No decir piedra,
tampoco rama,
pie que tropieza.
Mejor quedarse solo
en el camino con la piedra.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.