Descripción
La vida de ciudad, y de una ciudad triste y oscura como aquella, le recogió las frescuras del campo. Y entonces es cuando verdaderamente empezó a vivir hacia dentro y a devorar libros de toda clase convirtiendo en suelo el mundo para hacerse de sus sueños otro más puro, cuya santa vestidura era la religión recibida de sus padres, único ideal que se le abría al espíritu entonces.
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