Descripción
SIEMPRE FELIZ
La palabra que mejor define a Melero es «felicidad», dice Antón Castro en la fiesta de cumpleaños de nuestro querido amigo. La felicidad de Pepe Melero es contagiosa, pero es un don que él posee en exclusiva. Me explico: que alguien cumpla sesenta años sin que la vida le haya maltratado nunca, sin un solo rasguño, no puede ser una simple casualidad. Él está de acuerdo conmigo. No basta con ser buena persona, de las mejores que conozco. No basta con haberse casado con una mujer extraordinaria llamada Yolanda Polo y haber tenido dos hijos increíbles. No basta con ser un gran amigo, con saber disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Creo, le digo, que tu amor por el Real Zaragoza es un sufrimiento que te has buscado para convencerte de que eres ciudadano normal.
Como escritor, dice Eloy Fernández Clemente, a su gran erudición hay que añadir la virtud de ser claro y divertido. Pero todo eso no me vale, hay algo más, algo que me gustaría describir y compartir, una fórmula secreta o genética que cambiaría el mundo, el secreto de la felicidad, añado ya un poco achispada con el vino y el ambiente festivo.
Cuando llego a casa, veo en mi ordenador los retratos que le he ido haciendo para las solapas de sus libros. Tanto su editor como yo creemos que podría poner la foto de hace diez años, porque siempre sale igual. Siempre feliz. Yo intento sacarlo cada vez mejor. Y él me hace creer que lo consigo.
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