Descripción
La realidad más absoluta
Es primavera bajo los árboles,
un aliento invisible y robusto atraviesa las raíces sombrías,
hace de la oscuridad un lenguaje,
alienta al pétalo a dibujarse en la nada,
bendice el contorno de la semilla, le provee
una vibración, lo rompe, y surge el instante de la pulpa,
un presentimiento de inmensidad,
y me doy cuenta que ha nada reconozco,
que estas extrañas estaciones no son las mías,
que el mar no huele como siempre,
y que a nada le temo por la noche,
que nadie me persigue, que no hay una silueta
que permanezca siempre atrás,
y que no reconozco los follajes, el temblor
de las colonias de insectos cuya existencia es un sonido.
Mi familia aquí es todo lo que no llega con la tarde.
Víspera del invierno, el sonido de todos los salones.
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