Lumbres

17-06-2019
72 páginas

Madriguera, invernadero, nido: tres guaridas donde lo vivo se abre paso al nacer. Cuerpo y lenguaje unidos en un solo grito. A la lumbre, desde el pulso íntimo, se dibujan paisajes sensoriales de aparente fragilidad. Laberintos del ser. Así, el poema, un único poema enredado sobre sí, descubre otros en su interior, se ramifica y escinde. Las palabras anhelan convertirse en latido unánime y se presentan como entes sometidos a constante interrogación, que avanzan con una intuición casi animal a través de la página. El lenguaje es un ser vivo que tiembla. La escritura de LUMBRES es una búsqueda del centro desde los márgenes, el garabato de una partitura para los cuerpos, cuerpos que urden su trama a través de las grietas de la lengua. Variaciones de luz que imantan la existencia al mundo.