Descripción
SONETO NOCTURNO
Habla bajito, ahora: los vecinos duermen.
Los coches dormitan bajo la ventana como ratoneras,
el humo sube silencioso de un cenicero
como los brazos submarinos de un calamar,
una mota de luz tiembla en nuestras blancas sábanas.
¿Quién eres, junto a mí, irresoluto
como una bandera al viento, tu rostro deslizándose
en sueños voraces, tu respiración extraviada por la calle
como un vaso de plástico?
Me gusta contemplarte así, corriendo sin cuerpo
por los callejones de una ciudad extranjera,
perseguido por el ruido de un abrigo ajeno.
La piedra se inclina… arpones de sombra azul.
Las escaleras son empinadas, no hay sitio adonde ir.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.