Descripción
Sobre los poetas que se leerán
Boris Pasternak (1900-1960). Su padre era pintor y su madre pianista. Vivió, pues, en contacto con el arte y la cultura de su tiempo. Su primera vocación fue la música, posteriormente estudió Derecho, Historia y Filosofía. Unos treinta años antes de que Doctor Zhivago le diera fama mundial, era aclamado como el más grande poeta ruso de la era post-revolucionaria. Se le concedió el Nobel en 1958.
Osip Maldestam (1891-1938) Viajó al extranjero, estudió en las universidades de la Sorbona y Heidelberg. Fundador con Anna Ajmátova, Gumiliov y otros del movimiento de renovación poética denominado Acmeísmo. Uno de los más grandes poetas del siglo XX que tras la Revolución bolchevique fue víctima de la represión y murió en Siberia donde había sido deportado.
Anna Ajmátova (1890-1966) Anna Gorenko, era su nombre, fue junto con su marido Gumiliov y Osip Maldestam uno de los nombres más representativos del movimiento acmeísta. Entre 1922 y 1940 su obra estuvo prohibida y apenas pudo publicar. Sus poemas más conocidos y traducidos son «Requiem» y «Poema sin héroe». Podría decirse que ambos son una autobiografía. Señala Brodsky que los versos de «Requiem» son autobiográficos pero que su fuerza estriba en que la autobiografía de Ajmátova era de lo más común en su tiempo. En ellos se personifica el dolor de todas las mujeres que permanecían delante de las puertas de la prisión esperando alguna noticia de sus hijos, hermanos o compañeros. «Poema sin héroe» es también un poema de la memoria. Una crónica lírica y mítica de la cultura rusa de la época, así como una reflexión sobre el arte y la vida.
Marina Tsvietáieva (1892-1941) Una de las más relevantes poetas y prosistas de su época. Aparte de sus ensayos, sus cartas a Rilke, Pasternak y personajes de su tiempo son tan creativas como los propios poemas. Su obra poética es inclasificable y no puede constreñirse a definición alguna. De familia acomodada gozó de una educación privilegiada. Tuvo dos hijas, Ariadna e Irina que muere de hambre en un orfanato. En 1922 emigra con Ariadna primero a Berlín, luego a Praga para reunirse con su esposo, Serguéi Efron, un oficial ruso blanco. En el 25 se trasladan a París donde continúa escribiendo marginada de la inmigración rusa a la vez que censurada en su país. En 1938 decide volver a Rusia con su hijo, nacido en el exilio, Gregori, para rencontrarse con Serguéi y Ariadna, que ya residían allí colaborando con el gobierno soviético. No obstante, en 1941 Serguéi fue fusilado y Ariadna enviada a campos. Desesperada, en la mayor de las pobrezas, sin noticias de la situación de su hija, Marina se suicida.
Profesora
Teresa Shaw. Licenciada en Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona. Tiene publicados los poemarios Evocación de la Luz (Barcelona 1999) Destiempo (Barcelona 2003) y El lugar que contemplas (Barcelona 2009). Su obra ha sido recogida en algunas antologías como Ficciones (Granada 2002), Las poetas de la búsqueda (Zaragoza 2002) y The Other Poetry of Barcelona (California 2004) Ha sido coeditora de la revista 080 poesía, Barcelona.
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