Descripción
4. VIENA
I
Como el París de los Cuadros parisienses de Baudelaire o el de Los cuadernos de Malte Laurids Brigge de Rilke, la ciudad es para Trakl más un desierto que una tierra prometida, un desierto agitado, bullente, ruidoso… Lleno, pero vacío.
Un hormiguero de tantas caras que ya son la e nadie, que ya no caben en uno.
Laberinto, pero sin salida.
Un falso laberinto, una, mil, diez mil puertas sin entrada.
Era la conmoción de lo fugaz, el movimiento de lo transitorio…
Un exilio más.
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