Descripción
Cosas blancas. Cosas puras. El estrangulador de las Laranjeiras había querido evadirse de la vida pequeña y sucia que lo aprisionaba, había soñado con la blancura inmemorial de los templos griegos y la albura de las playas paradisíacas. Más allá del mar azul había un mundo bello e intocable que él había intentado inútilmente alcanzar.
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