Descripción
No debemos pintarte de manera arbitraria,
oh tú, crepuscular, de quien el alba surge.
Sacamos de las viejas paletas de color
los mismos trazos y los mismos rayos
con que el Santo en silencio te ocultaba.
Construimos imágenes ante ti, como muros,
hasta que ya mil tapias en torno a ti se elevan.
Pues tanto te encubrimos aun con manos piadosas
cada vez que nuestra alma cara a cara te mira.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.