El ojo de Celan

25-11-2019
88 páginas

El ojo de Celan, de Susana Szwarc, está dominado por lo cotidiano. De pronto algo inesperado pasa. Pero realmente algo aún más poderoso hace detonar la poesía y se halla justo cuando la poeta argentina traspasa las fronteras de lo real y se mete ex abrupto en el territorio de lo absurdo. «Hace frío y no llega (por suerte no llega)/ el gas que mata, que asfixia las formas elásticas». Así remata el poema «Topo», la realidad simple y plana de lo cotidiano se escapa de las manos y converge, por medio de asociaciones e conexiones inesperadas, en un río de la memoria que desconoce diferencias de espacio y tiempo para hablar del miedo, de la muerte, de la crueldad, del destino. Casi cada uno de los poemas de este libro está profundamente embebido de esta poética. El lenguaje poético de Susana Szwarc es mutilado y a la vez capaz de reconstruir ese duelo. El tono interrogatorio domina toda su obra, los poemas se van poblando de muchos puntos interrogantes que remiten a grandes preguntas. Densa, muy densa, es la materia que Susana Szwarc primero capta con el ojo poético y luego procesa con las manos de la lengua, volviendo a entregar a la palabra la ilusión de ir a lo más hondo. Susana Szwarc parece aplicar a su poesía la técnica japonesa del kintsugi, según la cual si se rompe un objeto, las grietas deben repararse y resaltarse con materiales nobles, inclusive con oro. Ella reúne las dolorosas pero también preciosas cicatrices del pasado y del presente, y las expone con la poesía. El reto y la tarea de los lectores es reconocerlas, tocarlas, sentirlas propias.