Descripción
Pared de carga
Y cuando creas que tus brazos ceden,
que no pueden tener más resistencia,
que el peso del dolor parte los huesos,
aguanta un poco, solo un poco más,
feliz de ser feliz en la desgracia,
instinto de burlarse de la muerte.
Un gramo, solo un gramo más de daño
ya te inmuniza la musculatura
entera de la risa, de las piernas
como andamios, poleas de la lágrima,
del pecho como un bloque de ladrillo:
las ventanas tapiadas para el mundo.
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