Diario del artista suicida

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Viernes, 4 de marzo de 1988

Mientras espero a una periodista que va a venir a las 12 hs, tomo el Libro del desasosiego y leo: «Escribo como quien duerme, y toda mi vida es un recibo por firmar». ¡Qué extraordinario es Fernando Pessoa!

Hace dos días, o sea el miércoles, estuvieron aquí Julio y Adela. Hablamos de los tres relatos que ha escrito el hermano de Julio. Les di mi opinión, y Adela le va a escribir a A. a la cárcel contándole todo. Yo me quedé uno, el más redondo, el que disfruta de los mejores tema y léxico. Voy a corregirlo y enviarlo a la redacción de Barcarola para publicarlo. Precisamente en la madrugada anterior de estar aquí Adela y Julio, había aparecido colgado de una sábana en uno de los calabozos de Herrera de la Mancha el etarra Lopetegui. Lopetegui es del mismo pueblo que Julio y él lo conocía. Precisamente en la última visita que hizo a la cárcel para ver a su hermano estuvo también hablando un rato con Lopetegui. Tanto Julio como Adela piensan que su amigo etarra no se suicidó, sino que lo asesinaron. Aquellos que no quieren que las conversaciones las entre el Gobierno y ETA sigan adelante. Aquellos no les interesa que se solucione el problema en el País Vasco.

Cené con ellos (Adela y Julio) en un restaurante de la Gran Vía. Ya tarde me retiré a casa, pero sorpresivamente al ir a abrir la puerta del portón resultó que no encontré las llaves en ninguno de mis diversos bolsillos. Pensé un momento, por si las había perdido,  y enseguida averigüé (mentalmente) que las había olvidado en el las lugar donde las dejo siempre. Es la segunda vez que me ocurre en poco tiempo. Y también era una víspera de miércoles. Empecé a pensar donde podría refugiarme esa noche, mientras iba en busca de un taxi,. Fui a ver a Margarita Ballester y aún la encontré levantada. Estuve leyendo algunos poemas de su libro inédito Habituada al silencio. Margarita una excelente es poeta. Nada prolífera, y esto es bueno. Tiene un asqueroso rigor, y esto también es muy bueno. Me gustaría traducir algunos de sus poemas al castellano y publicarlos en Barcarola. Después de una larga conversación (siempre discutimos por algo), nos fuimos a descansar.

Hay existencias

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Descripción

Antonio Beneyto (Albacete, 1934-Barcelona, 2020) poeta, artista plástico que se desarrolló dentro del postismo –movimiento underground cuyo nombre quiere decir «el ismo que viene tras todos los ismos» y cuyo manifiesto fundacional firmaron  Eduardo Chicharro Briones, Carlos Edmundo de Ory y Silvano Sernesi. En 1967 se instaló en Barcelona, en el Barrio Gótico, y en esa ciudad dirigió publicaciones como La Esquina y la revista de creación literaria Barcarola. Autor multifacético, escribió poesía, cuento, novela, ensayo, libros de viajes, diarios y epistolarios. Entre sus libros cabe mencionar Los chicos salvajes (1971), Cartas Apócrifas (1987), Eneri, desdoblándose (1998), Tiempo de Quimera (2001), El otro viaje (2003), Còdols en New York (2004), Un Bárbaro en Barcelona (2009), Escritos caóticos (2009) y Dentro de un espejo morado (2010), entre otros.

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