Descripción
CIUDAD VIEJA
A menudo, al retorno a casa
cojo una oscura calle de la ciudad vieja.
Amarilla, en algún charco se refleja
una farola, y abarrotado está el camino.
Aquí entre la gente que va y viene
de la fonda a la casa o al lupanar,
donde mercancías y hombres son desechos
de un gran puerto de mar,
encuentro, al pasar, el infinito
en la humildad.
Aquí prostituta y marinero, el viejo
que blasfema, la hembra que disputa,
el dragón que está sentado en la tienda
del vendedor de frituras,
la revoltosa joven enloquecida
de amor,
son todas criaturas de la vida
y del dolor;
en ellas se agita, como en mí, el Señor.
Aquí en compañía de los humildes siento
que mi pensamiento se hace
más puro donde más obscena es la calle.
Mara –
Super interesante el post!!!
Juan Pablo Roa –
Gracias, Mara