Descripción
Después del viaje nos habíamos encontrado con las piernas cruzadas y hablándonos a distancia. Haciendo el amor a distancia. Como si estuviéramos uno fuera del otro. Como si tumbados sobre la alfombra y teniendo al techo por espejo nos contempláramos. Y fue entonces cuando me subió como un frío intenso por toda la espina dorsal que me hizo recordar el tobogán de mis ferias de la infancia y me reencontré.
Tú ya no eras. Casi habías muerto y yo empezaba un nuevo nacimiento. Mis ojos se hicieron de neotérico y empezaron a buscar con insistencia el brillo límpido de las cosas.
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