Descripción
La aparición
Cuando por tu desdén, oh asesina, haya muerto,
y tú te pienses libre
de mis requerimientos,
un día mi fantasma se acercará a tu cama
y a ti, falsa vestal, verá en peores brazos;
tu débil vela, luego, empezará a temblar
y aquel de quien entonces seas, cansado ya,
pensará, si te mueves, o le pellizcas para despertarle,
que estás pidiendo más
y con fingido sueño se apartará de ti;
y entonces, pobre álamo temblón, menospreciada,
yacerás empapada de un sudor frío como el mercurio,
más fantasmas aún que yo;
lo que te diré entonces no te lo cuento ahora,
no te vaya a ayudar; y puesto que mi amor se ha disipado,
prefiero que afligida debas arrepentirte
a que mis amenazas te hagan ser inocente.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.