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Poetas sospechosas: Laia López y Teresa Shaw
7th abril 2018-1:30 pm - 3:00 pm
Ha publicado los libros Desbordamientos (Madrid, Tigres de Papel Ediciones, 2015), La mujer cíclica (Barcelona, La Garúa, 2014) y Deriva (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2012) y ha participado en diversas antologías como Voces nuevas XXII (2009), Blanco nuclear (2011), Hijas del pájaro de fuego (2012), Sangrantes (2013), (Tras)
lúcidas (2016), El libro de la Tribu (2016), Antiáerea. Poesía encontrada en Zaragoza (2016), y –A: mujer, lenguaje y poesía (2017), entre otras. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, al francés y al esloveno. Es editora y coordinadora, con Lola Nieto y Antonio F. Rodríguez, de la revista digital Kokoro y de la colección Kokoro Libros de Kriller71 Ediciones y ha colaborado con artículos críticos y textos de creación en diversas publicaciones culturales y revistas literarias.
Permutaciones
“Un pobre perro cerebral. Sobrecargado con Dios”.
(Gottfried Benn)
Digo palabras: res, ave, gato, zarzal, floración. Infancia, recoger moras,
pincharse los dedos. Sangre, rueca, tela de araña.
La loca de la casa. Voces que son nido en los altillos. La loca de la casa.
Si se enciende dos veces la luz sabré que Dios existe. Si mi útero roza
la sábana sabré que Dios existe. Si Dios existe sabré. Un haz de voces
rojas contra el cuarto: ¿existe Dios? Digo palabras. Soy niña, dos niñas,
me pincho los dedos. (No hay ergo que interfiera en esta frase). La casa
en la loca, voces, útero, floración de su casa en la cabeza goteante. Puntea
la casa, la sangre, puntean los dedos. Ave res, Dios zarzal, sangre. El
gato roza la rueca. Desde el altillo, vocea la luz. Dos luces saben. Dos
dioses se encienden en la voz.
Mirar cómo la araña caza a su presa. Mirar y detenerse en el marco
gris de sombra de la pared desconchada. Desconchar a la araña en
la pared, a la niña. Voy hacia ti para salvarte. Condición de res de
indicio: la loca de la casa. (No hay ergo que interfiera en esta frase).
Con mis dedos te salvo, me devuelvo a la angustia. Devuelvo la
angustia a su marco gris. A su sombra. La araña salva los dedos de
la presa en el nido. Me pincho en la rueca, la araña salva mi sombra,
yo salvo a la res, la mora recoge mi sangre, voy hacia el punteo
goteante, florezco en la sábana. Indicio de Dios: su floración en la
tela de araña. Indicio de res: la caza de la presa. Indicio de infancia:
miro el zarzal contra el cuarto, miro el haz de voces rojas, el gato
detenido en la pared existe. Hacia mí. No hay ergo que interfiera en
esta casa. No interfiere Dios.
De La mujer cíclica (2014)
Tiene publicados los poemarios Evocacióbn de la luz (Barcelona 1999), Destiempo (Barcelona 2003) y El lugar que contemplas (Barcelona 2009) y de próxima aparición Cabañas en el desierto, en la editorial de Animal sospechoso.
Su obra ha sido recogida, entre otras, en la antología de la revista Ficciones (Granada 2002), Las poetas de la búsqueda (Zaragoza 2002) y The other poetry of Barcelona (California 2004).
Destruir la voluntad,
no poseer nada.
Derramar el agua,
derramar el agua
sobre el filo de la espada.