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Algo Siniestro, de Hayan Charara
abril 22-13:00 - 14:30

Presentación de Algo Siniestro, de Hayan Charara, a cargo de Dennise Valeria (presentadora) y Lorea Uresberueta (traductora)
Hayan Charara (Detroit, EE.UU., 1972), poeta, ensayista y editor descendiente de inmigrantes árabes, estudió Biología y Química en la Wayne State University y en Literatura y Escritura Creativa (Universidad de Houston). Ha publicado los poemarios These Trees, Those Leaves, This Flower, That Fruit (2022), The Sadness of Others (2006), The Alchemist’s Diary (2001) y Something Sinister (2016) publicado en español por Sonámbulos Edicines. Ha recibido importantes premios, entre los que destacan el Arab American Book Award.
Poemas de Algo siniestro, de Hayan Charara
(traducción de Lorea Uresberueta)
Animales
Una llamada de teléfono, mi mujer.
Tiene hambre, está preñada,
alguien le ha pateado
el estómago, tenemos que hacerlo.
Accedo, pero la respuesta que
me guardo, es:
No tenemos por qué hacer una puta mierda.
Un perro. Estoy hablando de un perro
que yo habría dejado morir de hambre.
Pero ahora, cinco años después,
amo a este animal, Lucy, más de lo que
puedo amar a la mayoría de personas.
·
Un niño llama Lucy a su perro y a sus cinco gatos,
en honor a nuestra Lucy. El niño, mi hermano,
nació en la misma ciudad que Henry Ford,
y ahora vive en El Líbano,
Fenicia para los griegos,
quienes intentaron dominarla
sin conseguirlo, lo mismo que los egipcios,
hititas, asirios, babilonios,
Alejandro Magno, romanos, árabes,
cruzados, turcos, británicos,
franceses, israelíes.
Allí, mi padre construyó una casa
con el dinero que ganó trabajando en Detroit
(en una tienda, con seguridad social).
Allí también, se inventó el primer alfabeto,
se construyó la primera escuela de derecho,
el primer milagro de Jesús:
agua, vino.
·
Huyen el primer día que
caen las bombas
y el chico les pide
volver a por Lucy,
el perro. En cuanto a los gatos,
No, saben cuidarse de sí mismos.
Pasada una semana,
se pregunta quién los alimenta,
quién rellena los cuencos de agua.
Quizá los vecinos,
piensa en voz alta la madre.
El padre se indigna: Vecinos,
¿qué vecinos? Se han ido.
La madre se queda perpleja:
¿Qué quieres decir conque se han ido?
Después de un mes, todos se olvidan
o simplemente dejan de hablar de
los animales. Durante el alto al fuego
mi padre conduce hacia el sur,
un trayecto de treinta minutos que pasan a ser
seis horas, escombros sobre escombros
apilados en las carreteras, en lo que
queda de ellas. El paisaje completamente gris,
tan catastrófico que mi padre pregunta
a un caminante cuánto queda
hasta su pueblo, y la respuesta que recibe:
Estás en él.
·
Mi padre encuentra tres de los gatos,
todos agujereados, uno sin cabeza.
El perro está cerca del garaje,
donde se escondía durante las tormentas.
El torso abierto por la mitad,
como dos tajadas de carne, las entrañas
devoradas por otros perros
callejeros hambrientos.
Mira, son animales.
Es decir, que también hay personas.
Y todavía no he empezado a contaros
lo que les hicieron a ellas.
Lo que es mío
Lo que afrontamos,
lo que sabemos,
lo que hemos visto
y oído, es como un árbol:
una vez serrado
y hecho tablones
o abono, o quemado,
ya no es un árbol:
se convierte en una casa,
en una mesa, o en papel.
O en leña.
Así es:
saber algo
convertirá ese algo
en otra cosa.
·
Cuando era pequeño
mi madre me compraba
ropa nueva,
incluso cuando las facturas
se acumulaban
o el coche se averiaba.
Ahorraba y se sacrificaba para
comprar todos esos zapatos,
camisas y pantalones.
Nos quería
como una fruta
necesita que se la coman.
·
Años después de su muerte
me enteré de que
la arrestaron
por robar en tiendas.
Pensé entonces en
la ira de mi padre,
que subía como
la fiebre, y en cómo
él le debió suplicar
que parase, y cómo la gente lo sabía
y hablaba, y la deshonra,
y la ira volvía como
el hambre cada vez que
me manchaba una camisa
y la echaba a perder
o rayaba los zapatos
o crecía una pulgada.
Mi madre era una ladrona.
Yo no lo sabía.
Pero ahora sí.
La experiencia
es así: una vez
que es tuya,
ya no la puedes devolver.
Ser musulmán
Padre, traías a casa
canastas con manzanas, fanegas de maíz,
y conejos desollados en hielo.
Madre, cocinabas lentejas
mientras él veía combate tras combate,
boxeadores contra las cuerdas
dándose palizas sin piedad.
Y colgada en la pared donde
tomábamos el desayuno, una fotografía
firmada por Muhammed Ali. Padre,
tú lo venerabas y con el puño
cerrado jugabas a ser él:
Floto como una mariposa, pico como una abeja.
Cómo te encantaba ser musulmán entonces,
incluso cuando bebías whisky.
Incluso cuando derribabas
a mi madre una y otra vez.
Plegaria. Dios del sol.
Dios de la luna, de las vacas
y del trueno. De las mujeres,
de las abejas. De las hormigas y arañas,
de los poetas y la calamidad.
Dios de la pluma, del higo,
del elefante.
Ta’ Ha’, Ya sin, Sad, Qaf.
Dios de mi padre, escucha:
él rezaba y rezaba, cinco veces al día,
y era mezquino.
23.627 millas
El profesor no se pensó dos veces
la nota que llevaron a casa
sus alumnos de quinto.
“Vuestros padres tienen que saber
lo que habéis hecho”.
Copiaron en un examen
que evaluaba
sus conocimientos
sobre el universo:
las estrellas, el sistema solar,
el peso de Júpiter, los agujeros negros,
cometas, E=mc2.
¿Qué hace un chico de diez años
con la relatividad? ¿O el concepto
de la inmensidad,
o la teoría del todo?
Si el Big Bang y cada instante
desde entonces han resultado
ser un único momento
interminable bajo el sol,
¿qué más da?
¿Acaso los estaba utilizando
para dar ejemplo? ¿Les daba
una lección? Sí,
y tal como existe el bien,
existe el mal. En todo:
en una esposa, un perro, un césped
que se corta los sábados,
una casa más o menos acabada de pagar,
a la que volvió satisfecho de sí mismo;
y sentado en un cómodo sillón
sacudió la cabeza frente al caos
de las noticias de las cinco,
que no mencionaron esa noche,
ni ninguna de las noches siguientes,
a un padre abofeteando
a su hijo por no saber
la distancia entre
la tierra y la luna.
LOREA URESBERUETA. Nací en Madrid pero mis raíces son vascas. El Cantábrico me sigue allá donde voy. Ahora vivo en Barcelona, después de haber deambulado por Londres, Madrid y Nueva York. Estudié Arte Dramático en la RESAD y después me rendí al hecho de que me encanta escribir. He estudiado dramaturgia en el Obrador de la Sala Beckett con Marilia Samper y Alistair Macdowal y escritura poética con Esmeralda Berbel y Blanca Haddad. Formo parte del Prostíbulo Poético de Barcelona, que me permite desarrollar mis dos pasiones: escribir y estar encima de un escenario. También pertenezco a los colectivos poéticos y de performance Hay Otra Fiesta y Labios de Papel. Traduzco poesía del inglés al castellano. En Marzo del 2022 Sonámbulos Ediciones ha publicado Algo Siniestro, libro de poemas del autor Hayan Charara al que traduje durante el confinamiento. Ahora estoy inmersa en la traducción de un libro de poemas del autor finalista al premio Pulitzer de poesía Bruce Weigl. En teatro traduje la comedia Amy and the Orphans de Lindsey Ferrentino, obra que hizo temporada en la Sala Versus y en la que interpreté el personaje de Sarah. Como actriz he trabajado en teatro, cine y televisión. He dirigido la obra de teatro Low Level Panic, presentada en la Sala Fénix de Barcelona en Diciembre de 2021 y Junio de 2022.
Dennise Valeria nació en Chile. Es profesora de literatura española y latinoamericana, escritora y performer. Licenciada en filología hispánica por la Universidad de Santiago de Chile, máster en Estudios Comparados de Literatura, Arte y Pensamiento (UPF) y máster en Didáctica de la Lengua y la Literatura (UB). Coordina y dirige el colectivo de poetas Hay otra fiesta, originado en casa de la escritora Esmeralda Berbel. Edita la primera antología de poesía de Hay otra fiesta con la editorial RIL. Forma parte del Prostíbulo Poético de Barcelona, que le permite combinar escritura y teatro. Junto a la poeta Carolina Conti, dirige el club de lectura, Literaturas del yo: narradoras contemporáneas. Ha publicado cuentos y poemas en la revista Poros y este año su cuento Domada, ganó el primer premio en III Concurso Letraheridos de Barcelona.
BIO HAYAN CHARARA
Hayan Charara (Detroit, EE.UU., 1972), Hijo de inmigrantes árabes, estudió Biología y Química en la Wayne State University antes de convertirse en escritor y estudiar en la New York University y doctorarse en Literatura y Escritura Creativa en la Universidad de Houston. Poeta, autor de literatura infantil, ensayista y editor. Ha publicado los poemarios These Trees, Those Leaves, This Flower, That Fruit (2022), The Sadness of Others (2006) y The Alchemist’s Diary (2001), además de Something Sinister (2016), que se publica por primera vez en español. Ha recibido importantes premios, entre los que destacan el Arab American Book Award. Actualmente ejerce como profesor en la Universidad de Houston.